Los sensores de NOx se utilizan ampliamente en las centrales eléctricas para monitorear y controlar las emisiones de óxido de nitrógeno, que contribuyen de manera importante a la contaminación del aire y al daño ambiental. En las centrales eléctricas, los sensores de NOx se utilizan habitualmente en turbinas de gas, motores diésel y calderas de carbón.

Los sensores de NOx utilizados en las centrales eléctricas funcionan de forma similar a los utilizados en otras fuentes de combustión. Supervisan continuamente los niveles de emisiones de NOx en los gases de combustión y envían las lecturas al sistema de control de la planta. Luego, el sistema de control ajusta el proceso de combustión, como la inyección de combustible, la relación aire-combustible y otros factores, para minimizar las emisiones de NOx.

En las centrales eléctricas, los sensores de NOx deben funcionar en condiciones ambientales adversas, como altas temperaturas y gases corrosivos. Para afrontar estos desafíos, los fabricantes han desarrollado sensores de NOx avanzados utilizando materiales y tecnología adecuados para aplicaciones de centrales eléctricas. Por ejemplo, algunos sensores de NOx utilizan materiales cerámicos que pueden soportar altas temperaturas y condiciones extremas.

El uso de sensores de NOx en centrales eléctricas se ha vuelto cada vez más importante debido a las estrictas regulaciones ambientales y estándares de emisiones. Al monitorear las emisiones de NOx y optimizar los procesos de combustión, las centrales eléctricas pueden lograr el cumplimiento de las regulaciones y reducir el impacto ambiental de sus operaciones.